Su desencanto me incomodaba. Él siempre tan buen alumno, tan colaborador, tan "hombre para los demás". Me negaba a creer en su desánimo: "¡No estamos desarrollando los contenidos de tercero!" Hasta el cansancio le demostramos lo contrario; sin embargo la cantilena seguía, seguía: "No vamos a aprender". "No podré ingresar a la Universidad".
Y empezó la fuga. El primero, silenciosamente, rumiando su poca fe. El segundo, proclamando la inutilidad del proyecto; el tercero aduciendo el poco contenido matemático trabajado; el cuarto, agradeciéndome la orientación recibida, asegurando que el proyecto valía la pena, aunque huyendo del compromiso.
No hay quinto malo, decíamos confiados. Él no puede irse. Mira cómo trabaja, es dedicado, estudioso, debemos confiar en él. En verdad, todo un tipo de polendas: hábil en la formulación de preguntas, en la búsqueda de la información, ordenado, responsable, estudioso, respetuoso, etc, etc y etc.
Y llegó el día aciago. No ha venido, debe estar enfermo. Y al teléfono, su madre me dio la infausta noticia: "Hoy mismo tiene una entrevista, ya no quiere seguir en el colegio. Nosotros estamos de acuerdo con el proyecto, tenemos la seguridad de que va a tener éxito; pero respetamos su decisión". No me di por vencido y conseguí conversar con él. Su madre estaría a su lado.
"Profe, no me conviene el proyecto, vamos muy lento, mis compañeros de grupo me dificultan el avance. Tengo que enseñarles, pierdo tiempo, no colaboran, son ociosos". No sé si mi mirada fue comprensiva, sarcástica o indiferente; sin embargo suavicé el tono de mi voz : "Hijo, esta es una bella oportunidad para poner en práctica nuestro lema En todo amar y servir. Ayúdanos con esos pobrecitos..." "Profesor, me siento confundido, déjeme pensar". Y la entrevista finalizó.
Y no vino más, no quiso en todo amar y servir. ¿Valdría la pena que se fuera? Todavía no quiero responder esta pregunta que todos los días sin cesar me la formulo. ¿Tengo miedo, acaso, de exteriorizar lo que íntimamento pienso, intuyo...?
CARHUARE
1 comentario:
... no contaba con la adolescencia.
Cosa aparte: gracias por el comentario en mi blog, es realmente halagador saber cuán útil puede llegar a ser la publicación de algunas de mis experiencias. Es bonito, pues pongo mucho empeño en ello.
He agregado su correo a mi messenger.
¡Hasta pronto!
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